Reseña 9 de abril 2018

«Caminen con confianza sabiendo que la Iglesia los ayudará cuando lo necesiten» afirmó monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., arzobispo titular de Belcastro y secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, quien presidió la Misa al iniciar la Asamblea General extraordinaria del Regnum Christi en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y San Felipe Mártir en Roma, Italia.

Con la participación de 91 delegados de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Canadá, Chile, Italia, México, El Salvador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia y Venezuela inició la Asamblea General extraordinaria del Regnum Christi con el fin de discernir y aprobar la configuración jurídica del Movimiento como un todo.

Durante el día primero, las actividades iniciaron con la Santa Misa presidida por monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y San Felipe Mártir. Durante la homilía, haciendo referencia a la Solemnidad de la Anunciación, hizo tres reflexiones. La primera de ellas se basó en las palabras de María al ángel: «Aquí estoy». «La Encarnación está motivada por el amor incondicional de Dios al hombre. Dios buscó una casa y la encontró en María», dijo. Invitó a los presentes a vivir una fe incondicional que admite preguntas pero que, al final, se doblega ante la inmensidad del misterio de Dios.

La segunda reflexión se centró en el discernimiento. Exhortó a los delegados a discernir a la luz de dos grandes referentes: el Evangelio y los signos de los tiempos. «El Evangelio es la regla suprema de todos los consagrados», dijo, citando al papa Francisco. Y añadió: «Las reglas de cada instituto deben fundarse ahí. El Evangelio no es una ideología porque Jesús no es una idea. El Evangelio es una forma de vida, porque Jesús es una persona». Refiriéndose a los signos de los tiempos, comentó: «Vivimos no en una época de cambios, sino en un cambio de época […] Es un momento que yo considero de gracia. Leer los signos de los tiempos nos obliga a estar despiertos». Y luego afirmó: «Queridos hermanos, en esta Asamblea debemos preguntarnos, ¿qué me pide el Señor en este momento? No hace cincuenta años, no en cincuenta años más adelante. Ahora. El pasado ya no es nuestro, el futuro no sabemos si será nuestro. Es aquí y ahora donde se nos pide fidelidad creativa […] El carisma es algo actual, itinerante, porque, de lo contrario, no respondería a los signos de los tiempos. Nuestro Dios es el Dios de la historia y nuestra fe tiene que ser histórica».

Más adelante, consideró el saludo que le dirigió el ángel a María: Alégrate. ¿Y por qué tenemos que alegrarnos? Porque el Señor nos ama así como somos. Con mi pecado, el Señor me ama. Con vuestro pecado, el Señor os ha llamado. Y donde abunda el pecado sobreabunda la gracia. Por eso hemos podido cantar el sábado de gloria: ¡Feliz culpa que mereció tal redentor! ¡Alégrate! […] La alegría para un consagrado no es una posibilidad, es una responsabilidad […] Que nunca nos falte la alegría que viene del corazón […] En la historia de nuestros institutos puede haber momentos muy difíciles, pues los vamos a asumir, y vamos adelante, y vamos con alegría. Tal vez esos momentos difíciles nos ayuden a poner nuestra fe y nuestra confianza en aquél que puede dar sentido pleno a nuestras vidas».

Finalmente, comentó: «Que esta Asamblea sea un momento fuerte para reavivar el carisma […] Para discernir comunitariamente la voluntad del Señor. Y, por favor, no tengan miedo. El miedo es falta de fe. A veces lo justificamos con muchas palabras bonitas, pero en el fondo, el miedo es falta de fe». E invitó a los presentes a escuchar las palabras de la Virgen a Juan Diego: ¿Por qué tienes miedo? ¿No estoy yo aquí que soy tu madre? «Que ella los acompañe en esta Asamblea y en todo el camino que a partir de hoy empezarán a recorrer», concluyó. Agradeció y pidió caminar con confianza y con la ayuda de la Iglesia cuando lo necesiten. «Que se sienten como hermanos entre hermanos». Agradezco al P. Ghirlanda por acompañarlos […] El papa Francisco sigue de muy de cerca el proceso del Regnum Christi y ora por nosotros […] Pidamos al Señor siga dando vocaciones al Movimiento».

La homilía completa se puede leer aquí.

El P. Sylvester Heereman, L.C., hizo un recorrido sobre el proceso de renovación que hemos vivido dentro del Regnum Christi destacando la compañía y el acompañamiento de la Iglesia.

Los delegados tuvieron un momento de convivio e iniciaron con las sesiones del día en las cuales revisaron las conclusiones del Capítulo General extraordinario de la Legión de Cristo y de la Asamblea General extraordinaria de las consagradas así como el comunicado de los laicos consagrados a los delegados de la Asamblea General. Tuvieron momentos de oración y de comunión entre las sesiones del primer día.

 

Sobre la Asamblea General extraordinaria:

La Asamblea General está conformada por 91 delegados que residen en 14 países: Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Canadá, Chile, Italia, México, El Salvador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia y Venezuela. 37 legionarios (40%) (16 por oficio, 21 por elección); 30 seglares (32%) (1 por oficio, 29 por elección), (13 mujeres, 17 hombres); 18 consagradas (19%) (6 por oficio, 12 por elección); y 6 laicos consagrados (6,5%) (los 6, por oficio).

En total, 29 de los delegados (el 31%) participan por oficio y 62 (el 69%) han sido elegidos por los miembros de sus propias ramas.

Para más información se puede consultar la página web www.rcstatutes.org

Imágenes, aquí.